A CLOSER LOOK // DEVAN SHIMOYAMA

Este artista norteamericano emergente es sin duda uno de los que tiene mayor proyección. Su lenguaje son igualmente el lienzo como las instalaciones. Se distingue porque a través de su paleta de colores y su trazo singular, con brillo y colores fuertes su propuesta es continuamente su entorno y su autoretrato.

Su obra indaga en temas relacionados con lo queer, la identidad de género y la raza. Con toques de la mitología clásica, la cultura popular, los medios de masas, el anime o la tradición pictórica europea, Shimoyama representa el cuerpo masculino negro queer como objeto y sujeto de deseo.

Después de estar expuesta durante casi cinco meses, estos son los últimos días de With All The Rage, una elaborada exposición que muestra las exploraciones de múltiples capas y pegadizas materiales basadas en collages del pintor estadounidense sobre sus orígenes y la cultura queer.
Partiendo de él mismo, la obra de Shimoyama se basa fuertemente en el autorretrato y el retrato, entrelazando esas historias personales con las narrativas inspiradas en la mitología y la alegoría clásicas. En combinación con su enfoque técnico único y su proceso creativo que incluye el uso de materiales y adiciones más poco comunes, el artista está creando una obra altamente cautivadora que representa el "cuerpo masculino negro queer como algo deseable y deseoso". Al mismo tiempo, al mezclar su interés por la tradición, el clasicismo, pero también el folclore y la cultura popular, las piezas en collage adquieren una cualidad misteriosa con la forma en que se retratan los sujetos entre todas las joyas, brillo negro, pedrería y lentejuelas. “Empecé a utilizar objetos de mi propia infancia, cosas con cierto brillo o pulido, pensando en los armarios de China y en esos pequeños y hermosos platos con incrustaciones", afirmó el artista sobre el paso del dibujo como núcleo de su práctica a la aplicación de diferentes materiales en su trabajo."Crear esa ficción de glamour, de decadencia, de riqueza es algo muy arraigado en la cultura drag que siempre me fascina, pero también está muy arraigado en la cultura negra". En un entorno tan exuberante, el artista nacido en Filadelfia es capaz de capturar tanto la belleza como la alienación del cuerpo queer negro.
Esta tensión entre los elementos opuestos impregna el trabajo de Shimoyama tanto a nivel técnico como contextual. Por un lado, al crear superficies intrincadas a través de materiales adicionales, el artista a menudo reduce algunas partes a secciones de colores sólidos o degradados suaves delimitados por contornos llamativos. Por otro lado, elementos como los labios o los ojos se representan de manera realista a través de fotografías impresas en las que la pixelización, como estética predeterminada del siglo XXI, se deja deliberadamente visible. Al exagerar y enfatizar estas características, el artista se refiere a la cultura de la modificación corporal al tiempo que hace un guiño a la cultura drag y la necesidad general de realzar la propia apariencia. Al mismo tiempo, se esculpen rizos de cabello o prendas de moda en diversos materiales, subrayando este aspecto realista de la obra y acentuando la importancia que damos a nuestra apariencia física. Esto contrasta nuevamente con las formas corporales, a menudo parecidas a siluetas, sobre las que se construyen estas emocionantes representaciones.

—Sasha Bogojev

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