PAUL GRECCA // ME QUIERE, NO ME QUIERE

El “me quiere, no me quiere” entre el arte y el diseño

Ilustración I love NY; Diseñada por Milton Glaser

Hoy me toca hablar de un asunto debatible, incluso presente en la lista de temas prohibidos de una sobremesa. Las diferencias o similitudes entre el arte y el diseño.

Entre muchos especialistas, este es un tema zanjado, pues saben diferenciar sus aplicaciones y propuestas; sin embargo, en estos últimos años, en mi experiencia como profesor y tallerista, siempre surge la pregunta: ¿Existe similitud entre el arte y el diseño, o son opuestos?.

No deseo proporcionar definiciones de cada uno, pues, como el título lo sugiere –me quiere, no me quiere...– , nunca llegaríamos a una, dado que ambas áreas son multifacéticas y han evolucionado simultáneamente a nuestra capacidad de comunicar. Prefiero partir de la comparativa, desde esta perspectiva abordaré algunos inicios y llegadas, pero con un recorrido similar.

Si prestamos atención a un grupo de espectadores frente a una obra cuando visitamos un museo o galería, oiremos palabras como composición, impronta, materia, estética, terminación, provocación, vanguardia, etcétera. La obra de arte causa diversas reacciones en su espectador. Si acudimos a un centro comercial y tomamos nota de las diversas actitudes de la gente, veremos, por ejemplo, cómo una persona al ver un afiche de una promoción para una cena o un juego de comedor comenta sobre si la oferta es buena o si esos muebles combinan con su sala. Si traducimos estas reacciones a conceptos de diseño, serían: el mensaje es claro, la estética es adecuada o funcional.

Es evidente que las finalidades de ambos son diferentes, pero existen casos en los que estos superan sus propias barreras. La ilustración I love NY es una de ellas. Diseñada por Milton Glaser, creada para una campaña de incremento del turismo, I love NY se vuelve un emblema atemporal de la ciudad neoyorquina, parte de la iconografía cultural contemporánea y posteriormente es integrada en la colección del MoMa. Un diseño es considerado una obra de arte. Asimismo en la pintura La traición de las imágenes, el surrealista Rene Magritte nos dice: Esta no es una pipa mientras observamos la imagen de una pipa, pero ¿acaso no sucede lo mismo con los diseños? Cuando adquirimos un diseño, no es en sí el objeto diseñado lo que hemos obtenido, sino aquello que nos hace sentir, aquella sensación de bienestar y seguridad que el diseño nos proporciona. Volvemos al me quiere, no me quiere.

Esta no es una pipa, de Rene Magritte

Cartel de Moulin Rouge por Henri de Toulouse-Lautrec

Vamos a la etapa intermedia, en la que sucede la magia creativa de todo diseñador y artista. Para empezar a crear es necesario recopilar información a través de la lectura, la investigación, un suceso o un momento contemplativo de introspección. Se prosigue con el desarrollo de la creación, en el que tienen lugar las anotaciones, las ideas, conceptos, bocetos, primeras experiencias de materia, prototipos, entre otros; y se culmina en una serie de piezas artísticas o de diseño. En este punto queda claro que tienen muchos aspectos en común, ya sea en el acceso del estudio como en la plástica o acabado final.

El último punto que nos falta abordar es el inicial, el motivo que impulsa la creatividad. Veamos el caso de la Cueva de Altamira. En sus paredes observamos una serie de pinturas y grabados que nos relatan cómo era la vida humana en la prehistoria, con significados diversos, de los cuales uno permanece: existimos. Ahora veamos los carteles del Moulin Rouge realizados por Henri de Toulouse-Lautrec; en ellos percibimos un mensaje claro y sin distracciones ven al Moulin Rouge. El arte surge de la necesidad de darle sentido a la existencia, planteando la visión del artista sobre la misma y llevándonos a un cuestionamiento personal y social; por otra parte, el diseño surge como una necesidad de comunicar en todo momento a través de nuestros sentidos e impacta en nuestra memoria y nuestros sentimientos.

Valga aclarar que este artículo solo busca iniciar un diálogo interior, estableciendo algunos puntos de partida de los cuales se pueda platicar sin entrar en discusiones y ruletas de margaritas buscando la diferencia, pues conozco grandes artistas que crean diseños extraordinarios, así como excelentes diseñadores que nos ofrecen obras de arte en cada diseño. A todos nos gusta el arte y el diseño, ambos son valiosos para el desarrollo de la sociedad y la humanidad.

“La curiosidad sobre la vida en todos sus aspectos, continúa siendo el secreto de las personas más creativas” Leo Burnett

Artículo por Paul Grecca // IG @toc_talladosenmadera