IN MEMORIAL // LO QUE SE QUEDA

Vivimos un momento histórico. ¿Y no es el arte quien se encarga de expresar y reflejar la historia de maneras inéditas?. En muchos lugares del mundo se ha hecho una pausa y se han dedicado tanto espacios, exhibiciones como eventos artísticos para recordar a todas las vidas que se han perdido a causa del COVID-19. Espacios de reflexión y de memoria para que lo más importante no se pierda de vista.

Uno de estos lugares es el río Támesis, en Londres. El ahora conocido como el National COVID Memorial Wall, es una conmovedora exhibición que representará las 150.000 vidas perdidas por la pandemia en el Reino Unido -a día de hoy-. Son voluntarios los que han cubierto de corazones rojos el muro de dos metros de altura que se encuentra entre los puentes de Westminster y Lambeth, frente a las Casas del Parlamento.

Diez minutos son los que se tardaría en recorrer este muro repleto de corazones rojos, si observamos cada corazón y le ponemos un rostro, una historia, familiares y amigos que han sufrido esa pérdida el Memorial resulta devastador.

Foto Henri Calderon© Colosal Magazine

Foto Henri Calderon© Colosal Magazine

Igualmente en Madrid se ha encendido una llama frente a la Glorieta Cibeles, un recuerdo a la memoria de las pérdidas y de todos los héroes y heroínas que han estado al frente de la batalla. Carlos Rubio Carvajal ha sido el encargado del diseño de este pebetero: una pieza circular de acero negro de cerca de dos metros de diámetro, colocado sobre un prisma. El lema Vuestra llama nunca se apagará en nuestro corazón se puede leer en una placa situada frente al monumento, ha desatado polémica sin embargo, ahí está en el corazón de la capital. En Nueva York el artista Jorge Rodríguez Gerada ha realizado un mural de más de dos mil metros cuadrados con el rostro Yldefonso Decoo, un sanitario dominicano fallecido por la COVID-19. A vista de pájaro se puede ver el rostro de este médico que perdió la vida durante la pandemia.

El foco de estas iniciativas artísticas y culturales está en reconocer que las cifras de las que tanto se habla en estos tiempos, tienen un nombre y se quedará grabado por siempre en la memoria, eso que se queda.

Ramón Jiménez Lobo