SI FRIDA LEVANTARA LA CABEZA // SU AUTORRETRATO
Frida Kahlo es más y mejor conocida por su personaje que por su obra. Museos, galerías, tiendas de libros, de todo el mundo tienen a Frida en alguna de sus versiones; en sus escaparates.
Recientemente preguntaba a varios colegas en una sobremesa si conocían a Frida Kahlo, todos sin excepción asintieron, al momento de preguntarles el título de alguna de sus obras, o bien la descripción del cuadro que más les gustaba de ella, ni un sólo comensal respondió. Su vida es fascinante, conmovedora; hace que de alguna manera sintamos compasión; admiración por ella. A pesar de saber muy poco sobre lo qué pintó.
Vinculada con el movimiento comunista, incluso se le relaciona sentimentalmente con León Trotsky; me pregunto que pensaría si supiera que uno de sus cuadros ha sido recientemente subastado por la cantidad de 30 millones de euros.
El autorretrato Diego y yo, de Frida Kahlo, ha marcado un precio récord para una obra de un artista latinoamericano en subasta, al venderse en Nueva York por 34,9 millones de dólares, cuadruplicando además el anterior máximo histórico de la propia pintora mexicana de ocho millones de dólares logrado en 2016.
La obra, de 30 centímetros de alto y 22,4 de ancho es un autorretrato en primer plano de Kahlo que fue completado en 1949, pocos años antes de su muerte, y ha superado el récord ya en la primera puja en la sede neoyorquina de Sotheby's, que fue de 26 millones de dólares.
Esta artista mexicana que pintaba sin más pretensiones de desahogar sus sufrimientos y dolor, que incluso con sus más de 150 autorretratos nunca pensó que su obra fuera de importancia gel público en general; ha logrado lo que muy pocos artistas han logrado en la historia del arte; trascender por su figura y genio. Su obra deja huella, el dolor deja huella.
Autorretrato Diego y yo; Frida Kahlo.